Últimamente me ha llamado la atención la propensión que he experimentado para sentir ira y enojo en una magnitud mas alta que la situación requería. Me sucedieron algunas situaciones que aunque mentalmente mi discurso decía esto no me afecta es irrelevante; mi cuerpo gritaba la emoción que sentía. Al parecer no quería reconocer la rabia, la ira y el enojo que sentía porque me parecía que la situación no lo ameritaba. Sin embargo, mi cuerpo me mostró que tenía que transmutarse y sanarse a través del desequilibrio en mi salud. También es importante reconocer el contexto global y que cada una de las personas en este planeta formamos parte del inconsciente colectivo, lo alimentamos y recibimos información de él.
He reflexionado que en ocasiones lo que se presenta en nuestra vida puede ser algo distinto pero hace que nuestro cuerpo recuerde y experimente las emociones de otros momentos de nuestra infancia o alguna otra experiencia extremadamente negativa y por ello la respuesta del cuerpo no es a lo que se presenta ahora. El cuerpo responde químicamente según lo que ya tiene predispuesto y de acuerdo a la experiencia que marcó esa respuesta con anterioridad. Es como si alguna vez hubieras visto un tigre apunto de atacarte y tu cuerpo reaccionara de la misma forma cuando ves un gato.
Debemos poder decirnos -Yo me acepto plenamente- Darnos la posibilidad de reconocer la emoción y viajar al pasado para encontrar en que momento sentimos algo similar y ¿Cuál fue la experiencia que origino esta respuesta? Cree en ti -Yo tengo la capacidad de transmutar esta emoción-
Debemos enfocar nuestra atención en lo que deseamos y para ello ponemos nuestra intención en elevar nuestra vibración y sentirnos en expansión. Entonces, el transmutar las emociones nos ayuda a limpiar nuestro cuerpo físico, mental y espiritual para poder eliminar aquello que en ese momento no teníamos la capacidad de afrontar. Esto en el presente que detona esa misma emoción o recuerdo, nos da la posibilidad de transmutarlo. La experiencia es la misma pero ahora poseemos más información y sabiduría que nos permitirá verla con otros ojos. Podemos ver con empatía la historia de las otras personas involucradas, reconocer sus limitaciones y el por qué desde su plano de conciencia, historia de vida e información actuaron de esa forma. Podemos visualizarnos abrazando a esa versión más joven de nosotros para decirte a ti mismo que tu estarás siempre ahí -Yo soy amada, tengo personas que me apoyan y soy capaz de resolver esto, Yo tengo creatividad ilimitada y confío en que lo mejor esta por venir-.
Cada uno de nosotros podemos elegir desde la consciencia el no alimentar el conflicto. Cuando estudiaba el derecho nos enseñaron que había una división entre lo espiritual y lo de este mundo -A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar- Pero, si tu estas leyendo esto sabes como yo que las leyes espirituales, rigen la energía y todo lo que conforma la materia. Todo se rige por las mismas leyes; aunque la mente racional te quiera engañar y hacer creer que en este mundo material es valido utilizar cualquier medio para alcanzar tu objetivo o recurrir a la venganza. Así que cuando tomas una decisión siguiendo tu corazón y de acuerdo a tus creencias espirituales; ten la confianza y certeza de que estas eligiendo desde el amor para tu bienestar y el de todas las partes involucradas. Del autor Napoleón Hill aprendí que siempre es mejor que el Universo este en deuda contigo. Suelta tus apegos a los resultados y confía.
Tu estas lista o listo para enfrentar cualquier cosa que se te presente. No estas sola(o), el Universo esta en tu equipo y te sostiene. Contribuyamos a sostener la paz, la armonía y el amor que deseamos ver en el mundo. Elige sentir paz y armonio en lugar de alimentar la violencia, el enojo y la ira.
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