El cerebro no distingue entre la realidad, lo que imaginas, lo que sucede en este momento presente, lo que recuerdas o lo que imaginas. Por eso es que utilizamos la palabra resentir. Cuando tu revives una experiencia del pasado desde el mismo punto de vista tu cuerpo experimenta los cambios químicos de esa emoción que viviste en el pasado. Si tu aún no has cambiado tu percepción y la emoción asociada a ese momento, cada que hables o recuerdes esa situación tu cuerpo sigue actuando como si ese fuera su presente. De ahí la importancia de perdonar, dejar de quejarnos y no asumir el rol de víctimas.
Esta cualidad de nuestro cerebro puede utilizarse a nuestro favor mediante una visualización. Existen experimentos en los que se ha probado que la diferencia en el crecimiento del músculo entre quienes entrenaron en el gimnasio y quienes se visualizaron haciendo las repeticiones es poca. Aquí te dejó un link donde podrás leer más sobre estos experimentos https://lamenteesmaravillosa.com/la-ciencia-demuestra-que-imaginar-es-tan-eficaz-como-hacer/
Las personas que practican deporte a un nivel de alto rendimiento y quienes se encuentran en puestos de alta dirección saben los beneficios de incluir la visualización para alcanzar sus objetivos. Cada vez que tu visualizas, creas y reafirmas conexiones neuronales. Moldeando tu cerebro como si ya hubieras experimentado ese resultado.
Para lograr recibir todos los beneficios de la visualización toma en cuenta lo siguiente:
1.- Elabora un plan detallado de lo que quieres. Toma en cuenta tus principios, valores, todas las áreas de tu vida y como cambiaria tu vida y la de las personas que te rodean. Es muy importante que conozcas el para que y las acciones que te ayudarán a lograrlo. En mi tienda en línea puedes adquirir la guía diseño y lo manifiesto https://espirituamatista.com/tienda/ Es importante incluir las acciones diarias que te ayudaran a alcanzar sus objetivos. También puedes solicitar ingresar al grupo privado en Facebook @tribuespirituamatista en el que encontrarás videos que te acompañan a hacer tu plan de vida.
2.- Visualiza tu vida alcanzando ese resultado. Hazlo como si fueras un espectador observando una obra de teatro y posteriormente visualízalo ya dentro del cuerpo de tu versión del futuro. Recopila toda la información activando tus sentidos ¿Qué escuchas? ¿Quienes te rodean? ¿Cómo te expresas? ¿De que hablas? ¿Que observas? ¿Cómo es tu vestimenta? ¿Cómo son los lugares a los que acudes, donde realizas tu actividad diaria y esparcimiento? ¿Quienes son las personas clave en tu vida? ¿De que forma recibes dinero y lo inviertes? ¿Qué conocimientos y creencias posee esa versión del futuro tuya? Recopila toda la información, revisa tu plan y haz las modificaciones necesarias.
3.- Visualízate como adulto mayor contando a tus nietos y nietas como fue que obtuviste el resultado. Relata como anécdota las oportunidades, personajes clave, aprendizajes y cambios que tuviste que hacer para lograrlo. Al terminar recopila la información y tráela al momento presente para volver a revisar tu plan de acción.
4.- Con estos ejercicios lograras tener gran claridad en tus objetivos, en los pasos necesarios para alcanzarlos y en los cambios que tendrás que hacer en creencias, hábitos y conocimiento. Una vez realizado lo anterior, ahora acciona. Todos los días procura hacer una acción, no tiene que ser grande; esta acción contribuirá a que sientas que estas acercándote a tu objetivo. Recuerda que la fuerza de la caída de una gota de agua de forma constante erosiona la piedra.
5.- Continua visualizando y repitiendo los pasos anteriores. Observa las sincronías, coincidencias y la facilidad con la que se presentan personas y oportunidades en tu vida. Reconócelas, agradece y se presentarán más aumentando tu confianza.
¿Qué te ha parecido esta información? ¿Ya tienes tu plan de vida? Pon en práctica estas recomendaciones y cuéntame como te va.
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