Inicia febrero y la oportunidad de con valentía conectarnos a niveles profundos y celebrar la amistad. El psicólogo Eugene Kennedy afirmó que “la amistad tiene un profundo efecto sobre el bienestar físico. Tener buenas relaciones personales ayuda a mejorar la salud y combate las depresiones”. El autor Deepak Chopra también señala el beneficio en la salud que se genera al contar con relaciones de amistad profundas y significativas.  Todas las personas poseemos la profunda necesidad de sentirnos parte de un grupo. Es nuestra responsabilidad elegir las cualidades con las personas que deseamos compartir nuestro tiempo y mostrarnos de forma auténtica.

La amistad implica confianza, esa creencia de que la otra persona o el grupo podrán actuar adecuadamente según lo que se espera. Para lograr llegar al tipo de relaciones de amistad con conexión profunda tenemos que tener claridad en los valores que elegimos como importantes para nosotros y en las acciones de las personas. Todas las personas poseemos diferentes máscaras y solamente ante un grupo reducido nos sentimos con la libertad de mostrarnos sin ellas. Bajamos nuestras barreras y filtros; porque sentimos una seguridad y nos atrevemos a compartir nuestros pensamientos, emociones, dudas, errores y todo aquello que ocupa nuestra mente.

Contar con amistades a las cuales puedes acudir para relatar lo que aflige tu corazón, para relatar tus problemas o exponer tus inquietudes sin temor a ser juzgado es una joya. Esta joya es muy rara. En realidad, son pocas las personas las que con sus acciones durante años se han ganado el derecho a conocernos como somos. El llegar a ese nivel de conexión requiere, primero que nos aceptemos a nosotros mismos; que dejemos de juzgarnos; que nos deshagamos de la idea de perfección. En segundo término, se requiere valor para abrirnos a ser empáticos con los otros. A escuchar sus historias, sus emociones y dudas y saber que estamos expuestos a que sus relatos nos hagan sentir esas emociones.

Llevamos ya casi un año de un cambio radical en nuestras vidas ¿Cómo te sientes? ¿Qué emociones experimentas a lo largo del día? ¿Has tenido el valor de hablar de ellas con alguien de tu confianza? ¿Has permitido que tu amiga o amigo te externen sus emociones e inquietudes? Tengamos la responsabilidad de hablar de nuestra salud mental y emocional. Busquemos acercarnos con nuestras amistades cercanas para hablar de cómo nos sentimos; quizá descubramos que no se trata solo de mí. Quizá al escuchar a mi amiga y amigo, al tratar de brindarle esperanza y aliento, la persona que sane sea yo.

En este mes honremos la amistad con valentía, entablemos con nuestras amistades cercanas conversaciones profundas y significativas, hablemos de la ansiedad, de los temas que nos preocupan, de los cambios que estamos pasando. Tengamos conversaciones incomodas pero significativas; con empatía, sin juicios y con creatividad juntos encontremos respuestas. La vida se trata de experimentar y seguir experimentando. Comparte los cambios que has hecho en tu vida y te han funcionado; porque a tu amiga o amigo le pueden servir.