La vida nos ofrece muchas señales para que podamos cambiar, crecer y conectarnos mejor con nuestro propósito. Sin embargo, a veces no vemos las señales. Nuestra ignorancia tiene como resultado una crisis que nos enfrenta a la necesidad de cambiar de forma abrupta. No es necesario, llegar a esta crisis para cambiar. ¿Te interesa crear tu propio sistema para la renovación y crecimiento?
El aprendizaje puede ser constante, sin necesidad de una crisis; si introduces en tu vida la práctica del auto conocimiento. Tú, las personas que te rodean y las circunstancias están en constante cambio. Lo primero que tendrás que dejar atrás son las excusas, como: “yo ya no tengo nada que aprender” o “soy muy grande para intentar algo nuevo”.
El hecho de que experimentes la satisfacción de varios éxitos o recibas elogios por tus logros, puede ocasionar que ignores tus debilidades, fallas o áreas de oportunidad.
El auto conocimiento, nos ayuda a saber ¿Quiénes somos?, ¿Qué es lo que nos gusta?, ¿Hacia donde queremos ir?, ¿Qué debemos mejorar para alcanzar nuestros objetivos?
A continuación te voy a indicar algunas acciones para practicar el auto conocimiento:
1.- Práctica ejercicios de meditación, afirmaciones positivas, visualizaciones y relajación. Te ayudarán a detener el ruido interior de tu mente. A detectar a tu voz que sabotea tus planes. Ese saboteador interno que te dice que no eres lo suficiente, que quien eres para creerte, que no eres bueno, etc. Al ir a tu interior, comenzarás a descubrir que es lo que anhelas, que te gusta y que no te gusta. Conscientemente iras introduciendo nueva programación a tu inconsciente y dejarás atrás actitudes o patrones que ya no te sirven. Te ayudará a mostrarte de forma auténtica a los demás y evitarás realizar acciones buscando encajar.
2.- Define tus objetivos, ya sabes que es lo que te gusta y lo que no; ahora decide en quien te quieres convertir. Recuerda que al fijar tus objetivos, lo importante es el proceso. El alcanzarlos o no depende de muchos factores, pero si todos los días hiciste acciones alineadas a tus objetivos. Serás una mucho mejor versión de ti y eso ya es un logro.
3.- Elige tus valores. Si sabes que principios y valores rigen tu vida, será mucho más fácil elegir y alcanzar tus objetivos. Cuando tu saboteador querrá hacerte dudar después de una decisión; será más fácil mantener la calma si sabes que tomaste la decisión acorde a tus valores. Descubre la importancia de practicar la vulnerabilidad. La autora Brene Brown, en su libro el poder de la vulnerabilidad ofrece muchas herramientas que te ayudarán a entender que al ser vulnerables también somos valientes.
4.- Pide retroalimentación. Identifica aquellas personas que de forma sincera, objetiva y generosa pueden hablarte de tus aciertos, errores y áreas de oportunidad. Una falla y una retroalimentación de este tipo son un regalo para crecer.
5.- Práctica la humildad. Tu visión del mundo no es La Verdad, acepta que hay distintos puntos de vista y diferentes formas de resolver un problema. No tienes porque saber todas las respuestas. Es mejor, recibir los comentarios y la información a tiempo, que ir directo al fracaso por miedo a decir no se o por la vergüenza de pedir ayuda.
6.- Reconoce tu emoción y evita reaccionar desde la emoción. Las emociones nos brindan mucha información, aprende a identificar y a saber que mensaje encierran. No es fácil escuchar nuestras fallas, los retos o áreas de oportunidad; pero si logras calmarte con el tiempo podrás utilizar esta información a tu favor. En tu zona de confort no hay cambio, no hay crecimiento.
7.- Crea el hábito de la retroalimentación y los espacios seguros para dicho ejercicio. Esto implica desde la elección de las personas adecuadas (ni aduladores, ni críticos excesivos); el ambiente (compartir una mesa con alimentos crea intimidad y compasión) y las bases (honestidad, sinceridad).
8.- Recuerda la importancia de deshacerte voluntariamente de hábitos y patrones que ya no te sirven, de salir de lo conocido y de tu zona de confort para tu propia evolución. Recuerda que iniciaste voluntariamente este proceso de renovación para convertirte en una versión mejor de ti mismo. Recuerda el mito griego del Ave Fénix, quien arde intencionalmente para renacer de sus cenizas o la muda de piel de las serpientes, como un sistema natural de renovación y crecimiento. Recuerda que tu estas eligiendo aceptar la vulnerabilidad y crear tu propio sistema natural de renovación y crecimiento.
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