Todo tiene un orden, ya sea explícito o implícito. Mis proyectos, centro laboral, familia o negocio; cada uno en si mismo es un sistema, sus propios elementos y su propio orden. A veces nos resulta difícil observar lo que ya esta y para ello se utilizan las herramientas de las constelaciones estructurales. Un facilitador utiliza estas herramientas para que el consultante pueda representar espacialmente lo que ya esta en su mente. Este orden, tiene elementos y lenguaje propio que es importante entender para observar la cultura existente e introducir los cambios necesarios a la cultura deseada. De acuerdo con Bert Hellinger el orden es uno de los principios sistémicos de una organización. Implica una adecuada jerarquía alineada a los objetivos de la organización. Parte de ese orden es sentir que estoy en el lugar adecuado en el sistema. Supone que la persona sabe lo que es esperado de ella para que exista un equilibrio entre dar y tomar.
Las empresas y organizaciones poseen una cultura institucional que orienta las acciones y da la razón de ser a todos los miembros. Cada integrante sabe lo que es esperado y de que forma puede contribuir a los objetivos. El líder permite que el sistema se nutra y subsista. Existen diferentes tipos de liderazgos que pueden ir desde una estructura jerarquizada a un espacio de autogestión. Las normas, reglamentos y acuerdos dan vida a la cultura institucional y garantizan que las personas dentro de una empresa u organización tengan un lenguaje común y estén alineados al objetivo.
Lo que se representa es un lenguaje único del propio sistema. En la medida de que se haga más visible se podrá trabajar con lo que ordena el propio sistema reconociendo los patrones o dinámicas inconscientes. El consultante llega con una idea de lo que desea y es precisamente al descubrir el orden y los elementos de su sistema que se logra detectar los movimientos que el propio consultante percibe como mejor para llegar al resultado que busca. Mediante una constelación sistémica se busca dar o recuperar el orden que garantiza que el propio sistema subsista y dirija su vida a los resultados buscados. Es el propio consultante quien debe elegir a los elementos de su sistema tanto internos como externos. Esto le brinda una imagen o representación espacial de lo que hasta ese momento había estado poco claro en su mente.
Muchas veces el simple hecho de observar esa primera imagen ya es suficiente para que el propio consultante haga sentido, tenga claridad o conecte con nuevas ideas. Ello traerá cambios al propio sistema; porque algo ya cambio al interior del consultante. Para avanzar a las metas, tenemos que saber de donde partimos ¿Que es necesario dejar de hacer, modificar, incorporar o eliminar? Te invito a contactarme y conocer lo que una constelación sistémica organizacional puede hacer para ti.
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