La semana pasada aborde el tema de la importancia de aprender a tomar riesgos, puedes encontrar el link al final de esta entrada. El cambio es lo único seguro en la vida y con frecuencia nos resistimos a él. Muchas veces deseamos estabilidad y para ello controlamos la mayor cantidad posible de variables en nuestra vida. Nos hacemos de hábitos y rutinas que nos permiten concentrar nuestro tiempo y energía en las tareas que consideramos valiosas. Parece que logramos alcanzar el punto de equilibrio cuando inevitablemente surge una crisis, reto u oportunidad de cambio y con ella las emociones de ansiedad, miedo y una serie de variaciones de emociones densas. Me refiero a las emociones que se sienten pesadas. Por el contrario, la alegría es una emoción ligera pues sientes como si flotaras en el aire.
Uno de mis autores favoritos es Don Miguel Ruiz con su sabiduría tolteca y los Cuatro Acuerdos. Me gustaría compartir contigo algunas reflexiones a manera de guía en tiempos de manejo de riesgos.
1.- Se impecable con tus palabras. Recuerda que tu palabra crea, no digas algo que vaya a ir en contra de ti. No utilices palabras o vocabulario que te limite. Entrena a tu mente para ver lo positivo en cualquier situación ¿Qué es lo bueno de esto que no estoy viendo? La vida nos presenta situaciones. El presente, es un regalo; puede no gustarnos su apariencia pero es el medio para que obtengas bienestar. Aprende a utilizar un lenguaje que te haga sentir que saldrás de esto. No necesitas saber como lo harás de forma completa; necesitas creer que la decisión o elección que estas tomando en este momento te abrirá las posibilidades para resolverlo o te acercará a tus objetivos. Puedes afirmar:
-Se presentarán las opciones y personas que me ayudarán a salir de esto.
-Cuento con una red de apoyo que me sostiene y llegaran a mi vida las personas correctas para lograr lo mejor de esto.
-He tenido en mi pasado distintas experiencias que me permitirán resolver esto. Se que soy mas fuerte de lo que pensaba.
-En este momento no tengo claro como resolver esta situación y poco a poco tendré un mejor panorama y nueva información para salir adelante.
2.- No te tomes nada personal. Las circunstancias son solo eso. No adquieras el papel de víctima, recupera tu poder y tu capacidad de tomar decisiones. Los cuentos de hadas nos mostraron una y otra vez que el caballero de armadura u otro héroe vendría a resolver los conflictos. Sin embargo, solo tú eres el héroe o heroína. Con frecuencia, ante una crisis nos ubicamos en primer término en el papel de la persona a la que otros le resolverán el problema. Si tomas el papel de víctima de las circunstancias y no asumes tu capacidad para cambiarlas; perderás tu poder interior o interno. ¿Qué tanta comodidad sientes al tener que decidir como resolver el conflicto? Recuerda que la habilidad para resolver conflictos se adquiere de poquito a poquito. Esta es la oportunidad para ejercitarte y fortalecerte para los retos que vienen. Aprovecha para fortalecer la seguridad y confianza en ti. Descubre, tu estilo personal. ¿Qué ropa me hace sentir valiosa? ¿Qué estilo me hace sentir como si estuviera lista para desfilar en la alfombra roja? ¿Qué aromas me ayudan a sentir serenidad y armonía? ¿Qué amistades o guías conozco que me podrían brindar orientación en esta situación?
3.- No hagas suposiciones. No pierdas el tiempo inventando escenarios o tratando de descubrir porque los demás están actuando de cierta forma. Te aseguro que tu forma de ver la crisis será otra si partes de la idea que las personas involucradas actúan lo mejor que pueden desde sus creencias. ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Qué es lo que a mi no me gusta de esto? Es importante reconocer lo que no nos gusta de una situación para darnos cuenta de aquello que valoramos. La sabiduría que surge al conocer aquello que valoramos y deseamos nos permite avanzar a nuestros objetivos. Muchas veces, un dialogo honesto y claro a tiempo puede ayudar a resolver más fácil el conflicto. Haz las preguntas necesarias para aclarar la situación. Podrías intentar ver con empatía la historia de vida de la otra persona, al darte cuenta que desde su historia personal y con las herramientas que tiene se encuentra actuando. No permitas que tu mente se nuble por emociones como el rencor, el enojo o la ira.
4.- Haz siempre lo máximo que puedas. Tu tienes siempre el poder de elegir. Toma decisiones y riesgos, no dejes en otras manos tus decisiones. Es común ver como algunas mujeres con frecuencia dejan en manos de su esposo decisiones respecto a las finanzas, inversiones, hijos e incluso respecto al diseño del hogar. Tu eres quien vivirá las consecuencias de tu decisión, asume tu responsabilidad y elige. Si no obtienes el resultado que esperabas, recopila la sabiduría del experimento y elige de nuevo. Fallar es errar en el objetivo y no hay historia de éxito sin pequeñas fallas por detrás. Adopta un lenguaje generoso contigo, háblate como le hablarías a un hijo o amigo. Da lo mejor de ti y en cada momento recuerda que resolviste el problema o la situación con las herramientas que poseías en ese momento. Si estas ante un conflicto o crisis y te percatas que no cuentas con las herramientas necesarias para resolverlo, búscalas. Pide guía y te llegara. Pide sabiduría para ver las señales y conectar con tu intuición. El riesgo indica que estas saliendo de tu zona de confort. Te estas expandiendo, hazlo dando tu mejor esfuerzo para alcanzar la mejor versión de ti. Cada paso, cada pequeña decisión dirígela a tus objetivos. Es la suma de tu esfuerzo, que con el tiempo dará resultados.
Espero que te sea de utilidad para aproximarte a tus objetivos durante este nuevo año. Recuerda compartirlo.
Hola a todos Namasté, estos cuatro acuerdos nos conducen a una sola vertiente que es la Empatía, si la tenemos nos resultará fácil seguirlos y lograr lo que nos proponemos, sin perjudicar a los demás.