Recientemente Matías de Stefano insistió en la importancia de actuar con responsabilidad, en tomar consciencia de las personas que nos rodean y cuyas vidas impactamos de una u otra forma. De ser un sol responsable para todos aquellos que giran en torno nuestro como planetas. Todos estamos estrechamente interconectados. Una forma de entender es imaginar el campo electromagnético que emite tu corazón y que puede extenderse a mas de un metro de distancia y se pone en contacto con los campos electromagnéticos de otras personas. Este campo de energía varía de acuerdo a tus emociones. Esto, aunque es algo que la ciencia ha probado recientemente; se encuentra en tu forma de hablar desde hace mucho, como cuando te refieres a la vibra de una persona al entrar a una habitación.
Enric Corbera en su libro El arte de desaprender: La esencia de la bioneuroemoción, describe distintos experimentos científicos en los que se prueba que lo que los padres ingieren antes de el embarazo y las madres durante puede activar o desactivar ciertos genes. En el experimento en referencia se analizo una predisposición a la obesidad y dicha predisposición en muchos casos era mayor en los nietos.
Últimamente, se ha puesto muy de moda hablar de la huella ecológica, de hacerte consciente del impacto que tienen tus acciones para el planeta. En mi opinión es momento de darnos cuenta de que nuestros hábitos y acciones en su mayoría son inconscientes. Es decir, reproducimos por costumbre muchos patrones sin tomar consciencia del impacto que tienen para las personas que nos rodean, para tu propia descendencia y mucho menos las repercusiones para nuestro hábitat. Ser un sol, que ilumina con responsabilidad la vida de los demás sin quemarlos ni incinerarlos; requiere amor propio, reconocimiento de límites y un sentido profundo de buscar el agregar valor a la vida de los demás. De reconocer que estamos vinculados con la naturaleza, en nuestra satisfacción de todo tipo de necesidades.
En cuanto al amor propio, anteriormente ya he abordado el tema y abajo encontraras algunos links. Practica tratar a los demás como a ti te gustaría que te tratarán, reconociendo la divinidad que hay en ti y en el otro. He aprendido de Daniel Méndez Antillón, a quien te recomiendo seguir en su canal de Youtube; que la enseñanza es incompleta si no aprendes a no permitir que el otro te trate o haga lo que tu no harías a otros. También añadiré la importancia de actuar con consciencia respecto a lo que ingresa a tu cuerpo y el de tus hijos. El nutrirse hoy como un legado para los descendientes.
Por ello, la importancia de actuar con límites, reconociendo que el otro tiene la capacidad plena para resolver su situación, salir adelante, tomar consciencia, etc. Dejando atrás el hábito de querer controlar o solucionar lo que no se te ha pedido. Se trata de aprender a recibir y dar con humildad, reconociendo que es un flujo, un intercambio. Paty Reyes, quien es consultora de la Semiología de la Vida Cotidiana, ofrece mucha información respecto cómo podemos sostener conversaciones asertivas para reconocer nuestras necesidades y hacer acuerdos en el episodio 12 de nuestro programa.
¿Cómo puedo incorporar valor a la vida de los demás? Tú posees unos dones y cualidades que te hacen único (a). Cuando buscar realizar aquello que te proporciona bienestar y te hace feliz; pensando en la contribución para los demás ya estas dejando un legado. En otras ocasiones, no puedes saber el impacto que una sonrisa o un simple buenos días puede tener para el día de otra persona y los que están a su alrededor. Con tus conexiones más cercanas, puede ser simplemente reconocer que tu pareja tuvo un mal día y apoyarla (o) con alguna tarea o darle un masaje. Quizá se trate simplemente de iluminar junto a tus hijos, de decirles cuanto los amas y de mostrar interés por sus hobbies.
Elijan los principios y valores que guiarán su vida juntos. Con la información adecuada, cuando se te presente una toma de decisiones; podrás hacer lo correcto en lugar de lo fácil o lo de siempre. Cuando tengas la oportunidad de cumplir un objetivo, prefiere aquello que cumpla con más valores o impacte de mejor forma en sus prioridades. Todo ello, tomando en cuenta tu comunidad; porque no vivimos aislados.
Al final del día, todas las personas deseamos sentirnos conectados. Saber que estamos en el lugar donde quieren que estemos por cómo somos, que pertenecemos ahí. Escucha a tu corazón y a tu intuición. Sentirás mayor gozo, mientras más practiques tomar decisiones alineadas a tus principios y al bienestar de quienes te rodean. Actúa con consciencia y responsabilidad para ser el sol cálido de un paseo matutino en verano y no el que quema e incinera la vida.
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