Esta semana escuche una entrevista que Oprah realizó a Michelle Obama. Durante la entrevista Michelle Obama, compartió su vulnerabilidad. Al escuchar a una mujer tan empoderada y admirada compartir: sus dudas y luchas internas, que conscientemente día a día evita la comparación e intencionalmente trabaja en su autoestima; sentí un gran alivio. No soy solo yo, no soy la única que tiene dificultades con estos temas. No estamos solos luchando contra estas inquietudes. Las enfrentamos en soledad, porque nos es difícil hablar de nuestras inseguridades.
Lo único que es constante en esta vida es el cambio. Nuestras células, mueren y se generan nuevas. Nuestro cuerpo está en constante transformación. Parecería que el hecho de amarnos total e incondicionalmente es fácil; sin embargo, no es así. Podemos trabajar intencionalmente en ello. Una forma de hacerlo es decirnos a nosotros mismos “me amo, me acepto, me gusto”. Decirle a nuestro cuerpo cuan agradecidos estamos, por lo que nos permite realizar, gozar, vivir.
Es importante, conocernos profundamente, conocer ¿Cuáles son mis creencias?, ¿Por qué elijo estas creencias?, ¿De que forma contribuyen a mi bienestar? Se trata de descubrir ¿Qué es importante para ti? ¿Qué es aquello que valoras? Si para ti es importante la honestidad, lealtad, creatividad, conexión, o cualquier otro valor, ¿Qué significa para ti? ¿Cómo se comportan las personas que se distinguen por ese valor? Si constantemente nos planteamos estas preguntas; podremos evitar caer en condicionamientos sociales, patrones heredados y todo aquello que los medios de comunicación nos indican que debemos ser o hacer.
Escuchar a Michelle Obama, me hizo recordar que no se trata de compararme con otra persona; ni con aquello que vemos en las revistas o los medios de comunicación. Eres una persona única, no es válido hacer una comparación. Ninguna otra persona posee tu cuerpo o tus cualidades. No es válido compararte con alguien más y mucho menos con aquellas imágenes que perfectas e inexistentes que nos muestra la publicidad. Es muy diferente vivir una vida real, sin poses, ni escenarios, sin super producción. Me recordó, que tampoco es válido compárate con tu versión anterior, porque el tiempo pasa y no puedes esperar que tu cuerpo se ajuste a lo que usabas en la adolescencia o en los veintes. Se trata de vivir el presente y aceptarte en el ahora. De agradecer tu pasado, porque todas esas experiencias son lo que te han formado. Se trata de hablarte con generosidad.
Por ello, es importante saber lo que es importante para ti. No lo que los medios de comunicación te quieren hacer creer que es importante. Al final del día, tú eres lo más importante, tu desarrollo, tu salud, tu amor propio, tu conexión contigo y con los demás. Se trata de ser autentico y saber que “tus personas cercanas” te aceptan como eres, sin máscaras. La respuesta a la pregunta ¿Estás cambiando? Es sí, acepto los cambios en mi vida y acepto esta nueva versión de mí; porque yo la diseñe.
0 comentarios