Hay personas que van por la vida preguntándose ¿Por qué me pasa esto a mi?, quejándose y disfrutando actuar en el papel de víctima. En cambio, otras deciden tomar el control de su vida y ante una crisis se preguntan ¿Para que? ¿Qué enseñanza me trae esto?, se apropian de su historia y consideran que el resultado que obtuvieron se debe a sus acciones, por tanto hay que cambiar algo.
Cuando consideras que no tienes el control y que la vida te presenta de golpe tantos problemas entonces tú no tienes posibilidad de cambiar el resultado. Con ello te sientes impotente ante las circunstancias y vienen los sentimientos de desesperanza y ansiedad.
Por el contrario, cuando tomas la responsabilidad de los resultados. Cuando consideras que lo que se presentó en tu vida es lo que tú atrajiste en algún momento de tu pasado; sabes que este momento es el que tienes para sembrar para un futuro distinto. Si tomas el control de tu vida, recuperas tu poder personal. El poder que viene de saber conectarte con la naturaleza, con los demás, con tu propósito, tu intuición y de equilibrar tus emociones.
Imagina que estás en un terreno por construir un edificio, tienes ya el material y los trabajadores pero no tienes los planos. Pues en tu vida es igual. Es importante tener claridad en ¿Qué es lo que deseas? ¿Por qué? y ¿Para qué? Cuántas veces te has tomado el tiempo de planear tu vida reconociendo que tú eres un ser holístico que tienes diferentes áreas que atender: salud; desarrollo personal y profesional; relación sentimental, familiar y de amistad; finanzas, espiritualidad, etc.
Para cambiar algo, primero hay que tomar consciencia, fijar la intención y actuar. Planea tu vida eligiendo los valores que guiarán tus acciones. Recordando que las personas que te rodean te alimentan de sus hábitos, creencias y valores, por ello elige con cuidado a quien le das tu tiempo y de quien te rodeas. Permite que tu mente diseñe el plan de tu vida, para que obtengas lo que deseas en los diversos aspectos de tu vida. Para cada área, fíjate acciones que te acerquen a tu meta.
Se trata de que conscientemente desarrolles nuevos hábitos que estén alineados a todo lo que ya has elegido y visualizado como tu nueva vida. De reconocer que las circunstancias que te rodean hoy son el resultado de tus creencias y hábitos. Por ello, conscientemente estas ahora diseñando tu futuro y fijando el cómo lo obtendrás. Recuerda que una gota de agua que cae constantemente tiene tanta fuerza que puede romper una roca.
Haz una pausa en tu vida, para conocerte. ¿Cuáles son tus fortalezas? ¿Cuáles son tus debilidades? ¿Qué es lo que quieres que se presente en tu vida en los próximos años? Al diseñar tu plan recuerda visualizar tu experiencia como si ya la estuvieras viviendo, experimentando que emociones y sensaciones te produce. También recuerda, igual que cuando vas a un restaurant y haces un pedido al mesero, no estas constantemente preguntando por cómo va el chef con la preparación de tu platillo; de igual forma soltar tus expectativas de cuando o como se presente el resultado.
Imagina un conejo que tiene atado un palo con una zanahoria al extremo. El conejo da pasos adelante para intentar alcanzar la zanahoria. De la misma forma, fija tus metas considerando que lo importante es que cada día serás una mejor versión de ti y tu habras avanzado más cerca de tu objetivo.
Espero que estas líneas te sean de utilidad, si es así comparte con otra persona. Sí deseas iniciar tu planeación, como un regalo especial te haré llegar un pdf para ayudar tu proceso, solo comenta este post, suscríbete y envía un correo a espirituamatista@gmail.com.
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