En la cultura mexicana, existía con insistencia la idea de evitar ser un fracasado o fracasada. Al temor a ser una persona etiquetada como fracasada, se suman a los sentimientos de vergüenza y culpa que generan. Por desgracia, en lugar de enfrentar dichas emociones pareciera que es mejor guardar las apariencias. Es tan ilógico como si en algún momento tomaste la decisión de ir por un camino y durante el trayecto descubres que no es el destino que elegiste pero insistes en seguir por miedo a ser etiquetada como una persona fracasada.

Las circunstancias en tu vida no te definen. Son solo circunstancias que tu creaste derivado de tus hábitos y creencias del pasado. Revisa con quien te rodeabas y que ocupaba tus pensamientos. Aléjate del papel de víctima que ya hemos dicho te quita tu poder y hazte responsable. Cuando partes del hecho de que tus circunstancias actuales fueron resultado de tu versión del pasado puedes cambiar tu futuro. Agradece porque hoy ya no eres esa versión de ti, esa persona quedó atrás.

El fracaso es un resultado adverso de una cosa que esperábamos saliese bien. Cada reto, fracaso o crisis en nuestra vida trae un regalo para nuestro bienestar, que solo puede ser revelado sí mantenemos una actitud mental positiva. Existen innumerables ejemplos de científicos que deseaban probar una idea pero en sus experimentos cesaron después de un par de fracasos; posteriormente otra persona tomaba su idea, persistía y lograba con éxito obtener resultados.

Si tienes claro tu propósito y la motivación para lograrlo, tu entusiasmo generara esperanza y resiliencia para alcanzarlo. Cuando tenemos un resultado no deseado podemos aprender de los elementos y circunstancias que lo crearon y experimentar para hacer variaciones hasta que el resultado deseado se presente. Cada fracaso encierra un potencial para tu bienestar. Las personas no son fracasadas, poseen en sí mismas la divinidad y sólo están experimentando en este mundo.

Cuando admires la historia de éxito de una persona, investiga conoce su vida y encontrarás la serie de adversidades que le dotaron de las herramientas y sabiduría necesaria para lograr cumplir su propósito. Considera que los medios de comunicación desafortunadamente solo muestran una parte de la vida de las personas. Se nos ha enseñado a mantener el fracaso en secreto, por vergüenza. Eso nos lleva a creer que estamos solos ante las vidas perfectas de los demás. La perfección como tal no existe.

Todas las personas vivimos luz y sombra, abraza la vulnerabilidad y la valentía de admitir que al experimentar el fracaso sientes emociones. Esas emociones, con la convicción de que las adversidades encierran un conocimiento para tu bienestar serán el impulso que te ayudara a tener esperanza y tu pasión y entusiasmo te llevaran al éxito.

Recuerda visualizar el resultado, el futuro que deseas como si ya lo estuvieras viviendo. Conectar tus sentidos y emociones para vivir esa experiencia hoy. Tu cerebro no reconoce entre algo que sucede en el mundo real o algo que visualizas o recuerdas. Por ello, el resentimiento, el revivir experiencias negativas te intoxica. Esa misma técnica la puedes usar a tu favor. Entrena a tu cuerpo para que tus sentidos cambien a la versión que deseas en un futuro. ¿Cómo camina una persona que ha logrado tal o cual propósito? ¿A que huele el escenario que te rodea? ¿Cómo viste una persona que ha logrado eso?

Te invito a cambiar tu enfoque, si hoy tienes una adversidad considérala un regalo encriptado, solo debes poseer la clave correcta para descifrar el código. Muchas fortunas se han construido por fracasos. Cristóbal Colón fracaso porque no llegó a la India; sin embargo descubrió algo mucho más grande. El Dr. Spencer Silver trataba de encontrar un pegamento de alta capacidad para usarse en los aviones y fracaso, sin embargo con creatividad transformo la situación y creo los post it.

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