Con el paso a la modernidad, los seres humanos nos desconectamos de los ciclos de la Tierra. Existen numerosas voces que hablan de la importancia de hacernos conscientes de los ciclos que nos rodean y conectarnos con los ciclos de la naturaleza, las estaciones, el sol y la luna. Ahora iniciamos el otoño y me parece importante reflexionar sobre el ciclo que inicia.
Otoño, es la estación en la que se cosecha. Quizá te preguntes ¿Qué tiene que ver conmigo? Bueno, tu vida esta llena de ciclos y vaivenes y además este momento presente es el que te ofrece la oportunidad de construir tu futuro. Visualiza un circulo dividido en cuatro: la primer parte corresponde a la siembra de proyectos, ideas, acciones; la segunda a ver como esos proyectos, actividades e ideas se materializan y crecen; la tercera requiere reconozcas tus logros, que los visualices y los valores, es una época de evaluación y la cuarta se trata de un periodo de introspección para deshacerte de lo que ya no te sirve y prepararte para un nuevo inicio.
Este mundo es dual, pues sin la energía de los opuestos no puede existir la creación. Sin embargo, a nosotros culturalmente nos han enseñado a reprimir nuestro lado obscuro. Todos poseemos una sombra, en ella están aquellas emociones que no queremos afrontar ya sea por el dolor que nos produce la experiencia o porque nos han enseñado que hay emociones buenas y otras malas (lo cual es falso). La obscuridad es solo la ausencia de luz, es la oportunidad para llevar luz a ciertos temas y hacer las paces con nuestra sombra. Tememos lo que desconocemos, pero la mayoría de las veces el miedo nos indica que es ese el camino que debemos seguir para crecer.
Este otoño, es buen momento para:
1.- Agradecer por los logros obtenidos, por los momentos de dicha y por lo que no fue. Hazlo reconociéndote como la persona que creo y atrajo lo que vino a tu vida. Recuerda que las experiencias son perfectas para tu bienestar, aunque no puedas ver el beneficio que conllevan todavía.
2.- Busca tu equilibrio interior, reconcíliate con tus sombras. Intégrate y acéptate como eres. Pasea en la naturaleza y observa los cambios en ella. Sumérgete en tu interior y revisa, que emoción es mas frecuente en tus días. Es normal en un día sentir muchas emociones, pero si a lo largo de un período no podemos encontrar nuestro equilibrio quizá es necesario pedir ayuda. Nota si presentas un cansancio fuera de lo normal o acumulado. Observa si justificas el no poseer tiempo para ocuparte de ti. Obsérvate amándote como eres. Tú historia y lo que haya pasado, no te define. Tu no eres tus circunstancias. Tú tienes el poder para crear tus circunstancias. Intenta practicar yoga, meditación o atención plena para poder conectarte con la tierra, con la certeza del sustento y contigo.
3.- Visualiza tu preparación para el nuevo ciclo. Quizá vivas momentos en los que lo fácil sería no hacer nada, observar un maratón en Netflix o desconectarte del mundo por algún otro medio. Sin embargo, tu eres la persona que crea tu futuro y que atrae las circunstancias, personas y oportunidades a tu vida. Analiza, ¿Qué fue lo que sí te funciono?, ¿Qué fue lo que no repetirías?, ¿Qué te gustaría incorporar a tu vida? La vida es un constante experimentar, diseña nuevamente tu experimento para cuando llegue el momento ponerlo en práctica.
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