Joseph Campbell, escritor y autor de varios libros que abordan los mitos y la experiencia del ser humano; en su libro «La historia del Grial. Magia y misterio del mito Artúrico» aborda la historia de Perceval. Perceval fue uno de los Caballeros de la Mesa Redonda. El autor nos deja ver, como Perceval es un joven que inicia su viaje escuchando los dictados de su corazón y siguiendo las reglas que su madre le indico. Posteriormente, al ser instruido en el cómo debe actuar un Caballero, comenzó a seguir los consejos dados por otro caballero en cuanto a no hacer demasiadas preguntas, ni preguntas fuera de lugar.

En su viaje, Perceval encuentra su aventura y el castillo del Grial, es invitado a ingresar al castillo y observa distintas circunstancias que captan su atención entre ellas la enfermedad del señor del castillo. Su corazón le insta a preguntar por lo que sucedía; pero decide acallar a su intuición para comportarse como era esperado de un caballero. Por ello, pierde la oportunidad de salvar al señor del castillo.

En mi opinión la historia es un claro ejemplo de como es desde la compasión y desde el corazón que podemos sanar. El hecho de no escuchar nuestra intuición; por seguir aquello que se espera de nosotros solo nos debilita. Es una traición a nosotros mismos.

A los hombres culturalmente se les ha inculcado para no mostrar emociones. Para no compartir sus emociones. Con ello, se les ha ocasionado una gran herida. El mensaje, quizá en un inicio era para emular figuras estoicas. No obstante fue mal comprendido. Eso que se admira en una persona ecuánime o estoica es su capacidad para el auto control de las emociones y la resiliencia. No se trata de negar las emociones y mucho menos de ocultarlas. Eduardo Masse, tiene un blog en el que explica la importancia de la compasión en los hombres. Aquí el link http://www.zerlab.com/mente/3835/un-hombre-compasivo-es-un-hombre-mas-fuerte/

En la actualidad, requerimos de hombres y mujeres que tengan el valor de compartir su vulnerabilidad. Al hablar de compartir nuestra intimidad siempre es bueno recordar que en la vida hay pocas personas que se hayan ganado el derecho a escuchar tu historia. Se trata de establecer relaciones de confianza y cercanía, de tener a la persona correcta para compartir esos momentos.

A la vez cuando escuches que alguien te confía su sentir. Honra este momento y su confianza. Escucha con empatía, desde el corazón. Quizá la mayoría de las veces, tú mayor aportación solo sea escucharle y acompañarle y eso es muy valioso.

Ojala que pronto y cada vez mas abramos la posibilidad a que los hombres tengan el equilibrio entre su energía masculina y femenina. Que entre ellos mismos puedan reconocer aquellas prácticas impuestas ya sea por la familia o los medios de comunicación que los hacen perderse. Que tengan la valentía de hablar entre ellos de cómo sanar, de cómo amar y conectarse desde el corazón.

Comparte si te gusta y deja tus comentarios