Rubén Hernández Castrejón es Licenciado en Administración de Empresas con Maestría en Educación Familiar y formación en Ingeniería en la Administración del Servicio, Desarrollo Humano además de tener la Certificación de la Asociación Internacional de Facilitadores de Pinnaclepursuits y Fundador de CADEME consultoría. Durante esta entrevista conversamos de la importancia de la conexión mente, cuerpo y espíritu, para reencontrarnos y mirar desde otra perspectiva para sanar. Rubén nos habla de cómo el libro de las mañanas milagrosas transformo su rutina matutina, adoptando el estilo de vida de levantarse a las 5:00 a.m. agradeciendo a Dios a la Divinidad superior, haciendo sus rituales, su oración, una meditación y agradecer. Nos relata como cambio su área laboral de ventas a capacitación, el origen del proyecto CADEME (capacitar, desarrollar y mejorar). La cual se basa en tres pilares: empresarial, personal y familiar. ¿De qué manera te podemos ayudar a encontrar esas soluciones para que puedas seguir avanzando y ofrecer tu producto o servicio de manera general? En una organización, cada uno de esos colaboradores va y da un regalo todos los días, su tiempo. Hace un intercambio por dinero, prestaciones y demás y esa es la magia. Al final como consumidor recibes un producto o servicio y todo lo que esta atrás. Rubén esta certificado como constelador familiar. El núcleo es la familia y si papa o mama no están bien conectados, pega en la productividad. Si tu estas bien, hacia los demás vas a irradiar de manera diferente y cada vez que mejoras, haces que todos mejoren. Es un efecto multiplicador. Hablamos de la terapia de Temazcal, ritual de cuatro puertas a través de los cuatro elementos de la naturaleza y al taller de agradecimiento que ofrece con este espacio sagrado, con la finalidad de que quien lo toma vaya encontrando respuestas para continuar con su proceso de sanación. Rubén explica que la finalidad de CADEME es que las personas que en una organización buscan estar mejorando sus procesos, a veces se enfocan mejorar la parte técnica y CADEME lo hace con la metodología MIT (Me Importas Tú). Pero algunas veces desde el diagnóstico se pueden identificar otras situaciones que tienen que ver con otras áreas que necesita un traje a la medida que pueda impactar de distinta forma. Comienzas a ver del desarrollo personal ¿qué requieres? Comunicación asertiva, inteligencia emocional, planeación estratégica, liderazgo entre otros temas. Somos seres integrales. Los problemas no se pueden dejar fuera del trabajo. Con la Norma 35 (Factores de riesgo psicosocial en el trabajo) ya se están generando estrategias para tomar en cuenta. Cuando atiendes a las personas las escuchas y las atiendes y te importa la cuestión familiar, puedes ver cambios. Ya muchas empresas están contratando personal para que atiendan estos temas. De no atenderse incluso pueden provocar accidentes. Una persona con problemas familiares que se le exige cumplir con un numero u objetivos es complicado, tiene ya obstáculos que difícilmente los va a poder sortear. Cuando tu atiendes a la persona, les ayudas generando un efecto positivo y multiplicador.
Rubén nos habla de la utilidad de la constelación sistémica organizacional. Lo primero que tienes que identificar organizacionalmente hablando es hacia a ti, ¿Cuál es tu tema? Que se convierte en tu objetivo ¿qué quieres solucionar? Tener más clientes, que no te ve o no te conoce la gente o rotación de personal, entre otros. Una vez que identificas el tema puedes ver una serie de elementos para dar orden. Un ejemplo los socios con historias de vida y objetivos personales que se pueden alinear a un objetivo de la empresa, conforme se va ordenando van a encontrar la respuesta e identificar ¿qué van a hacer? Se trata de generar acciones. Lo que no puedes medir no puedes controlar. Cuando tienes un rol de liderazgo es importante, para ver que le corresponde a cada uno, pero ya encontraste la respuesta en ti ¿qué estas haciendo o dejando de hacer?
Entre las creencias que ha tenido que desaprender es que “yo podía solo” porque así se lo enseñaron desde niño. Estamos inmersos en una sociedad donde todos necesitamos de todos, hay un equilibrio, das para recibir y recibes para dar.
Rubén nos recomienda los siguientes libros y nos comparte el impacto que tuvieron en su vida: La mañana milagrosa de Hal Elrod. El caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher. La rueda de la vida de Elisabeth Kubler-Ross y Sin querer queriendo de Roberto Gómez Bolaños.
La responsabilidad la tienes tu, todas las personas positivas o no tanto te ayudan a crecer. No sueltes esa responsabilidad y no dejes ese super poder que tienes en manos de otras personas. Tu presente va formando tu futuro. Si tú lo decides puedes generar un efecto positivo y un cambio multiplicador. Puedes, lograr un proceso de sanación, porque lo vas atrayendo y te llegan muchas personas. Contacta a Rubén Hernández Castrejón en www.cademeconsultoria.com
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