Todas las creencias, hábitos, palabras y acciones, crean nuestra realidad. Existen creencias tan arraigadas en nosotros que ya no las ponemos en duda, consideramos que así debe ser. Justo esta semana vi un documental que refería que las lunas de otros planetas no son redondas ya que tienen forma irregular y me di cuenta que mi imagen de como se deberían ver todas las lunas era equivocada. ¿Cuántas veces nos aferramos a un punto de vista y dejamos de ver las otras posibilidades?

Existen creencias que son mucho más adecuadas para nuestro desarrollo, que aquellas que los medios de comunicación nos presentan. Constantemente somos personas expuestas a imágenes de mujeres y hombres de ciertas características físicas: altura, dimensiones, color de piel, color de cabello, etcétera y se nos quieren hacer creer que existe un ideal de belleza. Ideal de belleza que por cierto va cambiando según la época. ¿Qué pasaría si eliges desconectarte de esos estereotipos para elegir lo que tu consideras belleza? De igual forma se nos presentan imágenes respecto a la expectativa de vida, el envejecimiento a partir de cierta edad y sus signos. ¿Estarías dispuesta(o) a elegir algo distinto? Hay evidencia de personas de edad avanzada con cuerpos que representan mucho menor edad y con pleno uso de sus habilidades y facultades. ¿Qué creencias deseas adoptar?

La manera en que experimentamos la vida es consecuencia de aquellas creencias que adoptamos de forma consciente o inconsciente. Cuando escuches a otra persona decir alguna expresión respecto a una creencia que no es favorable para lo que has elegido, mentalmente di esa es tu creencia yo elijo x. De esta forma estas contribuyendo a instalar en el inconsciente colectivo creencias más favorables. Estarás creando un nuevo esquema para el ser humano.

¿Qué pasa cuando las noticias muestran imágenes de un futuro basado en carencia y miedo? Están anticipando un escenario que no existe aún. En ese momento tu puedes visualizar y construir uno con un escenario distinto, el mejor para ti y todos los involucrados. Al visualizarlo y sentir la emoción, también contribuyes a crear otra realidad. Cada pensamiento que tienes produce un resultado y contribuye al inconsciente colectivo para que entre todos creemos un resultado. Todo es cuestión de elección. Practiquemos nuestro derecho a elegir, si evitamos caer en juicios y calificar algo como bueno o malo abrimos la puerta a las posibilidades. Lo que crees, experimentas. Si lo crees, lo creas.