Nosotros, nuestras emociones y pensamientos son energía. Nuestra energía tiene un impacto en todo aquello que nos rodea. Por ello al entrar en contacto con otras personas, intercambiamos energía. Cada uno de nosotros posee diversos centros energéticos o chacras. Si pones a atención en tu forma de relacionarte podrás observar que chacra domina tu día. Algunas personas tienen una energía sexual; otras se caracterizan por tener compasión; por hablar su verdad o por ser muy mentales. Incluso tu puedes elegir permitir que un chacra determinado sea quien preponderantemente guíe tu día o determinado asunto según la ocasión. Es decir, los primeros chacras servirán mucho más para salir con tu pareja a bailar y los chacras superiores te podrán ayudar en conversación que requiera toma de decisiones o una planificación.
¿Qué energía eliges ser hoy? ¿Qué impacto eliges ser? ¿De que forma eliges contribuir? Esas preguntas nos obligan a ser conscientes de que nosotros siempre estamos intercambiando energía. Podemos elegir la forma en que queremos compartir nuestra energía, pero no podemos controlar cómo las demás personas actúan. Comúnmente escuchamos que cierta persona tiene una mala o buena vibra; es decir sentimos su energía. No podemos controlar ni cambiar lo que la otra persona sienta, pero podemos decidir permitirles vivir su experiencia sin que ello nos afecte. Sentir empatía, pero no quedarnos con sus emociones y experiencias. ¿Te ha pasado que después de hablar con una persona que estaba enojada o triste, tu sientes esa emoción? Esa emoción que ahora experimentas no es consecuencia de eventos en tu vida; sino del encuentro con otra persona y de haber recibido esa energía. Tu puedes con consciencia decidir cambiar esa energía, decir esto no es mío e incluso imaginar que lo sueltas de forma amorosa.
¿Quieres más amor en tu vida? Si es así entonces elige dar amor. Tener relaciones y contacto consciente, implica amarme, protegerme, procurarme y permitir a los demás hacer lo mismo. También requiere ser responsables y conscientes en lo que damos a los demás y quitar el modo piloto de mi forma de dar. El autor Gary Chapman en su libro Los Cinco Idiomas del Amor enseña que las personas tenemos cinco lenguajes principales para comunicar amor y sentir que somos amados: palabras de afirmación, tiempo de calidad, dar regalos, actos de servicio y el toque físico. Los mayores conflictos en las relaciones surgen porque no sabemos reconocer o dar lo que la otra persona requiere. Los conflictos surgen cuando creemos que el otro requiere lo que a mí me gustaría recibir o que la otra persona va a sentir que la amo de la forma en que yo me siento amada. La otra persona no se siente amada porque yo insisto en dar actos de servicio; cuando a ella lo que le dice que la amo son las palabras de afirmación.
La tarea de tener conexión y contacto con consciencia es compleja. Se requiere poner atención, fijar la intención y ser responsable de mi energía; de la forma en que me muestro al mundo; de poner mis límites y mantenerlos y de conocer mi lenguaje del amor. Conocerte a ti es el primer paso, reconocer de que forma de sientes amada. Si te es difícil puedes pensar ¿Qué es lo que más reclamas a tu pareja?
Sanate a ti primero. No puedes dar lo que no te das a ti. Quizá aprendiste que el amor se expresaba de cierta forma o no recibiste las palabras cálidas o elogios que necesitabas y eso te hizo poner una armadura para protegerte. Si tú eres una de esas personas a quien le cuesta el contacto físico o hablar de forma amorosa para expresar lo que te gusta de quienes amas y elogiarles. Este es el momento de quitarte la armadura para permitirte conectarte con los demás. No sigas reproduciendo, yo soy así esta es mi forma de expresar amor y pretender que las otras personas vean satisfechas sus necesidades afectivas porque tu decides cocinar un platillo, podar el pasto o darle regalos. Da expresiones de amor que a las otras personas les gustaría recibir. Esto es aún más importante con la infancia. Las niñas y los niños no tienen porque comprender a un adulto herido y modificar sus necesidades para sentirse amados. No insistas en expresar tu amor de formas que los demás no entienden y que además no satisfacen sus necesidades emocionales de amor y afecto. Ama a tus hijos de acuerdo a su lenguaje de amor, utiliza todos los lenguajes.
Ahora la tecnología nos facilita todo lo anterior, pues existe una aplicación llamada basada en el libro del autor, en la que puedes tomar un cuestionario en pareja “Love nudge” para descubrir los lenguajes de amor de ambos. Incluso la aplicación te da tips y te recuerda para que hagas acciones que alimenten el amor en el lenguaje del otro. Todo es fácil si lo quieres. ¿Qué te impide cambiar? ¿Qué te impide ser una mejor versión de ti? ¿Qué tipo de relaciones quieres tener? Recuerda que tu siempre puedes elegir.
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