Para poder atraer a tu vida todo lo que deseas, primero hay que descubrir ¿Qué es lo que deseas? Una vez que esa idea se tiene; debes pasar a visualizar los detalles específicos del plan concretado y experimentar en tu cuerpo el vivir esas circunstancias y el proceso para llegar a ellas. Con frecuencia la mayor dificultad radica en conocernos lo suficientemente bien para poder elegir lo que en verdad anhelamos.

¿Qué sueños posees? Es una pregunta que debe responderse con honestidad y una vez que tienes la respuesta, hacerte muchas más preguntas como ¿Porqué deseas eso? ¿Para que lo quieres? ¿Ese anhelo es tuyo o de alguien más? ¿Ese anhelo o deseo lo elegiste en el pasado? ¿Lo elegirías hoy? Imagina que tienes en tu interior un genio de la lámpara maravillosa, te concede el deseo y al vivirlo descubres que estas viviendo el esquema o ideal que alguien te sugirió o que elegiste cuando veías el mundo de otra forma, eso sería muy lamentable. ¿Imagina que sigues el camino o plan que soñaste en tu adolescencia? ¿Te sigue siendo atractivo?

Cuando yo era pequeña, el mayor sueño de nuestros padres era que tuviéramos una profesión. En la actualidad hay muchos negocios exitosos de jóvenes que han decidido formarse lejos de las universidades o en una forma no convencional. Sí tú aún posees la creencia de que solicitar mucho trabajo es un paso indispensable para la prosperidad; tendrás como resultado una carga laboral muy pesada, poco tiempo para dedicar a tus otras áreas y no necesariamente la prosperidad económica, en relaciones o en salud que anhelas. Se vale cambiar de plan.

La introspección, el auto conocimiento y el desarrollo personal son importantes para poder observar tus creencias y confrontarlas con otras distintas. El hecho de adquirir conocimiento y nuevas formas de ver la vida gracias a un libro, un podcast, una conversación o cualquier otra forma de salir de tu yo de siempre es de mucha utilidad. Cuando estés dialogando contigo o meditando y busques respuestas, recuerda si vienen a ti de golpe o si resultan de una explicación. La razón trata de engañarnos y te presentará toda una historia para convencerte. Las verdaderas respuestas de tu intuición solo se presentan.

Pero, además de la meditación y la introspección hay una gran guía en otras áreas y a menudo son olvidadas o ignoradas, por ejemplo:

Los deseos.

Culturalmente nos han hecho sentir que desear algo es malo. Nuestro ser y esencia siempre quiere recibir y eso no esta mal. Si tu te haces las preguntas correctas respecto a un deseo, quizá descubras anhelos y propósitos que son importantes para ti. Es decir, el deseo es una guía y puedes aplicar filtros para que sea un deseo alineado con tu corazón y no desde el ego. ¿Para que deseo esto? ¿Cómo puede contribuir este deseo al servicio de los demás? Al hacerte cuestionamientos, puede ser que en tu interior una voz responda desde la falta de merecimiento. Entonces te hará creer que eso que deseas no es importante y mucho menos necesario porque hay otras prioridades. En este caso también hay que aplicar filtros y permitirte ponerte en primer lugar, siempre que no se dañe a otros. Es parte de generar una relación contigo el poder cumplir tus necesidades. Si no satisfaces ese deseo, tu inconsciente estará generando la idea de que tu no eres importante, cada que recuerdes esa insatisfacción y esa emoción no beneficia a nadie.

La envidia.

Esta es una emoción que nos han dicho que no debemos sentir, que hay que desterrar y pareciera que, al menor indicio de ella, simplemente tendrías que esconderla, cancelarla o borrarla. Al hacer esto pierdes su mensaje. Cuando experimentamos envidia, hay una parte de nosotros que desea vivir eso que la otra persona esta viviendo. El ego, sintiéndose herido por no vivir eso, tratará de protegerse y reaccionará; recuerda agradecer porque esa persona esta mostrándote que es posible. Te invito a reflexionar con honestidad ¿Qué es lo que me impide a mi vivir esa situación u obtener esos resultados?  Cuando sientes envidia de las circunstancias que otra persona experimenta, esa es una gran señal de que esas circunstancias son un anhelo invisibilizado en tu vida. Agradece la oportunidad de reconocerlas y formúlate las preguntas correctas para que descubras lo que deseas.

Finalmente, lo importante es elegir, experimentar y actuar. Si no obtienes el resultado deseado, ya te transformaste, tienes la experiencia y puedes modificar el proceso o elegir algo distinto.

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